UN TOQUE DE CANELA (traducción al español)
“Hay dos tipos de viajeros en la vida, aquellos que parten y aquellos que retornan, los primeros miran el mapa, los segundos miran el espejo…”
Estas palabras se las dirá el tío Aimilios a Fanis, y podría decir que es la mejor manera de sintetizar la película y lo que Tassos Boulmeti (director de la película), quería transmitir en ella. Boulmeti emigró a los Estados Unidos por su carrera cineasta y por su primera vocación; la ciencia. Tras un largo periplo publicitario y colaborando en diferentes películas de Hollywood, donde aprendió las técnicas, que luego INTRODUJO en su maleta y en EUROPA al regresar a Grecia.
Tiene ciertos paralelismos con Cinema Paradiso de Tornatore, tales como la infancia añorada, la presencia del amor que queda en el baúl de los recuerdos y la figura del adulto comprensivo y tierno como referente para un preadolescente que se distanciará de él y nunca mirará atrás hasta que siente la llamada de la tierra, la nostalgia, los recuerdos y el corazón.
Fanis, (protagonista), es un muchacho griego que se cría en Estambul, de padres griegos, cristianos ortodoxos, inmerso en el mundo islámico. Su abuelo, un tendero que vende especias, le irá explicando cómo enfrentarse a la vida a través de una retórica filosófica cuyos elementos, como punto de partida, serán siempre productos culinarios, y más concretamente, las deliciosas especias (gracias a esta película yo aromatizo las albóndigas con canela). Filósofo y amante de la astronomía, sin pretensiones, pero a la cual recurrirá cada vez que tenga que dar una explicación a su nieto. Y tendero como era, vendiendo especias, sentía la cocina muy dentro, por lo cual compaginará durante toda su vida sus dos aficiones, razonando a Fanis que ambas están estrechamente unidas, pues incluso, la astronomía, según él, forma parte, de algún modo de la gastronomía, motivo por el que quiere razonar que ambas palabras se fusionen en una, o mejor dicho, que por ese motivo, aparece la palabra “astronomía”, (gastronomía), dentro de la otra.
Tenemos en esta película un perfecto mosaico de especias que nos salpicarán en cada escena y contrastarán entre sí, dependiendo siempre de qué tipo de gastronomía nos presente en cada escena, sea europea, por Grecia, o asiática por Turquía. No podemos obviar el influjo asiático en la gastronomía griega, así como la impronta musulmana en la misma. La griega, mediterránea por todos sus costados, dados los roces demográficos culturales propios de su historia y su geografía ha sido influida, y en algunos casos beneficiada por la oriental, de ahí la abundancia de especias.
Una película que entremezcla religión, política, pasión por la libertad entre especies y gastronomía. Nos muestra con sutileza problemas sociales a los que se enfrentan con dignidad los protagonistas y no doblegan a la injusticia.
Con el paso de los años, Fanis será un cocinero consumado y se dedicará a la astronomía, cerrando un círculo impulsado por su abuelo cuando niño.
A mi modo de ver es una película deliciosa(en el amplio sentido de la palabra), por los tempos, personajes y emotividad que ella transmite al espectador con sencillez y maestría.
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