Janucá; "Fiesta de las Luminarias" ó "Fiesta de la Libertad".
La festividad acontece el 25 de Kislev del calendario judío, fecha que acaece entre finales de noviembre y finales de diciembre del calendario gregoriano. Este año toca del 20 al 28 de Diciembre.
“Janucá” significa “inauguración” y tiene la misma raíz hebrea que “Jinuj” (educación).
Janucá llega una vez al año, trayendo historias de días antiguos; contando la historia maravillosa de cómo la lámpara [del Templo] quedó encendida durante ocho días completos aunque contenía aceite para un solo día. (Fragmento de una canción).
Según el Talmud (Gemara, Shabbat 21), al terminar la guerra, los Macabeos regresan a Jerusalén y encuentran el Santo Templo profanado. La menorá (candelabro de siete brazos) estaba apagada, y tenía aceite ritual suficiente para un día. Tardaron ocho días en conseguir más aceite; y sin embargo, el poco que tenían mantuvo encendida la menorá durante todo ese tiempo.
¿Qué se conmemora?
Janucá conmemora la victoria militar de los macabeos contra la ocupación griego-siria en el siglo IV A.E.C. Sin embargo, los sabios describen su significado esencial en términos de victoria espiritual. Es comprensible que el dominio del imperio griego, potencia militar de la época, fuera objeto de rebelión. Los griegos, que habían traído luz y cultura al mundo pagano, imponían sus creencias a los pueblos conquistados convencidos de que su cultura era superior y su modelo de vida el que debía imponérseles a todos. Sócrates, su máxima figura filosófica, fue obligado a suicidarse tomando veneno. Los griegos no dejaban opción a los pueblos conquistados. Era helenización o barbarie y caos. Así quisieron imponer su cultura y prácticas de idolatría a los judíos, prohibiéndoles cuidar el sábado, practicar la circuncisión o enseñar la Tora.
La revuelta de los Macabeos
En el año 168 A.E.C. el Rey Antíoco IV, El Grande, invadió Israel y saqueó el Templo de Jerusalén. Arrasó casa y muros y llevó a las mujeres y a los niños en cautiverio junto con el ganado (I – Macabeos I-29-30). A esto siguió el querer derrotar a los judíos también espiritualmente, profanando el templo con la entronización de ídolos en los lugares más santos para el judaísmo. Allí fue que estalló la rebelión judía.
Tiene una connotación bélica: la victoria frente a los griegos; otra connotación humana: inaugurar los servicios religiosos del Templo de Jerusalén. Y una connotación que emerge de ambas: el milagro del aceite...
Momento para recordar al ser humano que tiene la Habilidad de traer luz a su vida y recordar todas las veces en las que no tuvimos miedo de enfrentar la oscuridad.
Las costumbres de Janucá
1. Encender la janukiá. Se van encendiendo una vela por noche hasta culminar con todo el candelabro encendido en la octava noche de Janucá.
2. Jugar a la “perinola” trompo de cuatro caras.
3. Se consume todo tipo de elaboraciones fritas en aceite simbolizando el milagro del aceite. Como son latkes y sufganiot.
4. Darles a los niños "gelt" ("dinero") y regalos.
Receta de Sufganiot
Ingredientes:
50 gr. de levadura fresca
1 taza y ½ de agua caliente
1 cuchara de azúcar
3 huevos
½ taza de aceite de oliva
½ taza de azúcar
1 cucharita de ralladura de limón
6 a 7 tazas de harina
También:
Aceite de oliva para freír
Azúcar en gránulo
Rinde: 5 a 6 docenas de sufganiot- buñuelos
En un bol grande: poner los huevos, el aceite, el azúcar, y la ralladura de la cáscara de limón. Agregue la mezcla de levadura (disuelta en el agua con la cuchara de azúcar); la harina hasta que se forme una masa suave. Amase durante unos minutos. Tapar y permitir que fermente hasta doblar su tamaño, aproximadamente 1 a 1 hora y ½.
Hacer sufganiots-buñuelos. Ponga 7 cm de aceite de oliva en una sartén y calentar pero que no humee. Dorar de un lado y después del otro. Quite con una espumadera. Secar y enfriar en papel cocina. Espolvorear con azúcar.
NOTA: Para probar si la masa está lista, ponga un pedazo pequeño en un vaso de agua, si la masa flota arriba, está lista.
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