viernes, 28 de mayo de 2010

Pintura Orientalista

En el siglo XIX el expansionismo de Francia e Inglaterra avanzó por lugares recónditos... Los europeos y su gusto por lo exótico de lejanos países hizo que los salones de familias acomodadas cubriesen sus paredes con cuadros orientalistas de una manera muy muy snob.También arte y turismo florecieron en esos lugares a los que no era fácil llegar, y que fueron rápidamente objeto de visita gracias a los cuadros orientalistas. El Cairo, Jerusalén, Estambul (Constantinopla), Marruecos, Grecia, los Balcanes e incluso España fueron inspiradores para grandes pintores británicos como el prerrafaelista William Holman Hunt. Jean Auguste Dominique Ingres, director de la francesa Académie de peinture realizó una visión muy colorista de un baño turco, hizo que este Oriente erotizado se hiciera públicamente aceptable por su generalización difusa de las formas femeninas, que podrían haber sido todas ellas el mismo modelo. La sensualidad se veía aceptable en el exótico Oriente. Este estilo tuvo su momento álgido en las Exposiciones universales de París de 1855 y 1867. Esta imaginería orientalista persistió en el arte hasta principios del siglo XX, como evidencian los desnudos orientalistas de Matisse. En estas obras, el «Oriente» a menudo funciona como un espejo de la propia cultura occidental, o como una forma de expresar sus aspectos ocultos o ilícitos. En la novela de Gustave Flaubert Salammbô la antigua Cartago, en el Norte de África, se una como un opuesto a la antigua Roma. También hubo pintores español como Mariano Fortuny (1838, Reus–1874, Roma) que el orientalismo lo llevaron al lienzo con una maestría sin igual. La evolución que aporta Fortuny a la pintura española del momento se puede resumir en dos apartados: Uno técnico, al lograr un virtuosismo en el que no faltaba la pincelada chispeante, el colorido brillante y una luz deslumbrante. Elementos todos ellos que aparecen en su pintura durante su estancia en Marruecos como corresponsal gráfico en la Guerra que enfrenta a España y aquel país a partir de 1860. La necesidad de realizar apuntes rápidos otorga cierta libertad a su pincel, así como la luz y el color del lugar enriquecen enormemente su paleta. Así queda claro por ejemplo en obras como La batalla de Wad-Ras; o La batalla de Tetuán. La otra aportación podríamos considerarla temática. Porque surge entonces una reacción a la pintura grandilocuente, de gusto Neoclásico e histórico. Este será el camino realista que emprenda la pintura española del S. XIX de la mano de Fortuny, algunos lo llaman realismo delicado, se relaciona asimismo con las corrientes orientalistas, en boga en esas fechas, aunque también podría llamarse costumbrista, puesto que los temas no están exentos de un casticismo popular, a veces por cierto muy Goyesco, consecuencia a su vez del enorme impacto que ejerció este pintor sobre Fortuny.

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jueves, 13 de mayo de 2010

Cosas Curiosas Sobre el Color Azullllllllllll



Escribo sobre el azul porque el otro día en la rne escuché un delicioso programa sobre este color y cosas curiosa de él ... yyyyyyyyyyyyy ¡allá van!.
Es el color del cielo sin nubes, sin amenazas, donde vuelan las aves con libertad, del agua cristalina, fuente de vida para animales y plantas, de la Tierra, nuestro bello planeta azul...la foto es neptuno eh?, que conste.
Está asociado a conceptos como seriedad, compromiso, lealtad, justicia y fidelidad, pero también puede expresar melancolía, tristeza, pasividad y depresión.

Si es muy pálido puede inspirar frescura e incluso frío. Si es intermedio, da sensación de elegancia, de frescura. Si es oscuro da sensación de espiritualidad, de seriedad, de responsabilidad.

El azul es el que color predomina en la red (por lo que dicen los entendidos), en las páginas web en concreto. Es utilizado ampliamente como color corporativo, por la seriedad y confianza que inspira.
Combina muy bien con su complementario, el naranja, y con las variaciones de éste, siendo típicos los fondos azules con textos naranjas. Aunque a mi me gusta la combinación con otro azul de diferente tonalidad ja, ja,ja salió la pija entendida ¡ya ves!.

Es muy curioso esto que ahora escribo y relevante en el mundo gastronómico... ando un poco loca hoy...será la primavera. El color azul influye sobre el apetito, disminuyendo éste, seguramente porque no hay ningún alimento azul en la naturaleza, y eso, por lo que no es aconsejable su uso para una libro de recetas de cocina o productos alimenticios.
Aunque lo que realmente me interesa es el color azul en el arte. El periodo azul de Picasso da comienzo en 1901 y se extiende hasta 1904. Desarrollado básicamente en Barcelona pero con la influencia de lo que se vive en París, conocido por el artista en sus viajes… transmite en sus obras melancolía y tristeza .Los fondos que usaba solían ser en esa época eran desnudos, resaltando así el dramatismo de las composiciones, para darle la importancia a; mendigos, prostitutas, vagabundos, alcohólicos, en resumidas cuentas explica las condiciones de vida de estos y transmite la miseria humana de la época. Todo esto es porque a Picasso la muerte de su amigo de Carles Casagemas le afecta. Realiza una serie de cuadros en recuerdo a su este que, según él propio artista, son el principio de la época azul.Este es el primer periodo de madurez del artista, aunque no hay ninguna referencia posterior dentro de su propia obra a esta etapa, a diferencia de por ejemplo la época rosa, cuyos temas fueron más o menos tratados a lo largo de sus prolíficos años de carrera; no obstante en estos años pintó sus primeras obras maestras, como "La celestina", "Pobres a orillas del mar" o "El viejo guitarrista ciego" y "El viejo judío".

El también genial Van Gogh hace una referencia al color azul en una de sus cartas a Teo, referente a un retrato que pintó de su amigo, el pintor Belga Eugene Boch:" Quisiera hacer el retrato de un amigo artista que sueña grandes sueños (...) Yo quisiera poner en el cuadro mi aprecio, el amor que siento por él. (...) Detrás de la cabeza en lugar de pintar el muro trivial del mezquino departamento, pinto el infinito, hago un simple fondo azul, más rico, más intenso que pueda confeccionar... se obtiene así un efecto misterioso, como la estrella en el azul profundo."

El púrpura o violeta también es un color que se relaciona con sentimientos profundos, con la muerte. Es un color formado con el azul y el rojo y sugiere algo de ambos. Simboliza también el valor.

Pero esto no es más que algo genérico, todo es mucho más complejo si se tiene en cuenta que los colores pueden transmitir mensajes diferentes según la situación, la proximidad a otro color o el espacio que ocupe en el cuadro.
También en el programa de radio comentaban la importancia que tuvo el color azul en la iglesia hasta la edad media, pero que se sustituyó por el rojo (cosa que tengo que investigar aún, aunque creo que se empezó a utilizar el rojo porque es el color de la sangre “derramada” por Cristo). En muchos países principalmente hispanos, se sigue utilizando el color azul para la virgen. Concebido ese privilegio de uso del color azul por su santidad Pío IX en el Siglo XIX.
Aristóteles, describió los "colores básicos" relacionados con la tierra, el agua, el cielo y el fuego.
Hasta el genio Albert Einstein dijo de la influencia de los colores en el ser humano de esta manera; “están en estrecha relación la energía y la materia, no debería sorprender que las longitudes de ondas emitidas por los colores puedan tener efectos tanto psíquicos como físicos”.

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domingo, 2 de mayo de 2010

Bolados y Merengues

BOLADOS Y MERENGUES
El bolado estuvo muy en boga desde el siglo XVIII hasta los años 60 del siglo XX y como los merengues están en desuso. No me lo explico.

BOLADOS Y MERENGUES LLEVAN LO MISMO PERO SON DIFERENTES, ME GUSTAN POR IGUAL. ACOMPAÑADOS DE UN JÍCARO DE CHOCOLATE CALIENTE EN UNA TARDE FRÍA DE INVIERNO… O COMO NUNCA OLVIDARÉ EN PLENO VERANO EN EL CAFÉ FLORIAN DE VENECIA son la merienda perfecta.


El gran escritor Alejandro Dumas dejó plasmado en su libro; “De París a Cádiz” lo que le parecieron los bolados que tomó en el desayuno a su paso por Tolosa en Octubre de 1846, viajando en diligencia.
Transcribo textualmente la traducción que hizo Pilar Garí Aguilera de la edición española publicada por Silex Ediciones en 1992 del libro de A. Dumas.
“El cafetero extendió el brazo haciendo un gesto como de rey que concede una gracia. "No –dijo–. Muchacho, cinco tazas de chocolate para estos señores." Oímos una especie de suspiro que salía de la habitación contigua. "Ahora les traen el chocolate", nos dijo nuestro intérprete. "¡Ah!", suspiramos todos a la vez. El ventero nos miró con desprecio, encendió el puro y lo saboreó intensamente, como si ese fuese el único tabaco que hubiese fumado en toda su vida.
Cinco minutos después, entró el muchacho con cinco dedales llenos de un líquido espeso y negruzco que parecía un brebaje preparado por alguna bruja de Tesalia. En la misma bandeja había cinco vasos de agua pura y una cesta llena de unos objetos desconocidos para nosotros; eran como panecillos blancos y rosas, de forma alargada, que recordaban a esos utensilios que se meten en las jaulas de los jilgueros para afilarles el pico.
Probamos el chocolate con la punta de los labios temiendo que aquello estuviese… de aquella manera. Pero esta vez nuestro temor se disipó rápidamente. El chocolate era excelente. Desgraciadamente, no había más que para probarlo. "¿Podríamos tomar cinco tazas más?", me atreví a preguntar. "¡Diez!", balbuceó Boulan-ger. "¡Quince!", dijo Maquet . "¡Veinte!", pidió Alexandre. "¡Chitón! –dijo nuestro interlocutor. Deshagan el azucarillo en el vaso y volvamos al coche: usemos, pero no ahusemos". "¿Cómo hay que deshacerlo?", pregunté mientras mis compañeros atraían hacia sí, mediante aspiración, las últimas gotas de chocolate adheridas a las paredes de la taza. "Nada más fácil: ¡fíjense!".
Nuestro salvador tomó el azucarillo por un extremo y mojó el otro en su vaso como se hace con los barqui¬tos en el huevo. El azucarillo se iba deshaciendo a medida que tomaba contacto con el agua y convirtió el agua clara en agua turbia. Probamos esa agua turbia con la misma desconfianza con que habíamos probado el chocolate. El agua turbia era dulce, fresca, perfumada, en una palabra, excelente. Todo era de una calidad superior, lo único que fallaba era la cantidad.”
Fin de lo escrito por Alejandro Dumas.
Bueno tuvo que ser el chocolate y los bolados, ya que Dumas no se distinguió por ensalzar la cocina hispánica a su paso por la Piel de Toro.

RECETA DE MERENGUES

3 claras de huevo

1 taza de azúcar

Unas gotas de limón

Media cucharadita de esencia de vainilla

Una pizca de sal (para que las claras queden más firmes)

Se baten las claras en un recipiente seco con las varillas. A medida que van montando vamos añadiendo el azúcar, y cuando la hayamos agregado toda echamos una pizquita de sal y unas gotas de limón que darán sabor y ayudaran a hacer un merengue más blanquito.

Continuamos batiendo con las varillas hasta que se forman picos duros y somos capaces de dar la vuelta al bol sin que se caiga el contenido.

Llenamos una manga pastelera con una boquilla rizada o lisa, en función de nuestros gustos, y hacemos pequeños montoncitos sobre la placa del horno.

Introducimos la bandeja en el horno durante unos 50 minutos o hasta que vemos que han cogido consistencia y se despegan fácilmente (a mí me gustan doraditos, ya que me recuerdan al sabor del caramelo, pero se pueden dejar blanquitos, y están preciosos y buenísimos).
Sacamos la bandeja del horno, los dejamos enfriar y… encendemos la cafetera.

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